Una leyenda China cuenta que a principios del Tercer Milenio a.C gobernaba un emperador llamado Shen-Nong "El Labrador Divino". Compartía el amor por la tierra; cómo trabajarla y la correcta utilización de las plantas. Invitaba a hervir el agua antes de beberla. Así un día de mucho calor Shen-Nong se echó a descansar a la sombra de un arbolillo salvaje. Tuvo sed y comenzó a hervir agua. Al mismo tiempo, una ligera brisa hizo caer unas hojas del árbol dentro del cazo donde se estaba calentando el agua. Shen-Nong observó que el agua tornaba su color y lleno de curiosidad probó el líquido teñido....... El Té había nacido.